L' anima sparita

L' anima sparita

viernes, 10 de abril de 2015

Casi una epístola Turquesa

"...Porque te quiero a ti, porque te quiero

Aunque estás lejos yo te siento a flor de piel

Porque te quiero a ti, porque te quiero

Se hace mas corto el camino aquél..."


Tenerte en mi mente me causa insomnio, no lo sufro, no. Sufría insomnio antes, ahora lo disfruto porque es tu recuerdo el que viene a mi mente, porque es tu voz la que imagino que escucho, porque es tu piel la que veo en la imaginación.

Es curioso cómo te has vuelto tan constante, tan presente, tan indeleble en mi vida, en mi mente, en mi andar. Es curioso y, al mismo tiempo, es bellísimo. Saber que existes, saber que existo para ti; saber que te quiero con toda el alma y saber que me quieres de igual manera. Es exquisito saber que allá, a la distancia, se encuentra alguien que con sólo pensarla, me alborota el corazón, me agita la mente, me llena de alegría, hace florecer mi alma. Que alguien a la distancia puede estar tan cerca, incluso más cerca de lo que se encuentran los muros de mi casa, la acera de mi calle, mis gatos, mis perros, mi propia carne con respecto a mis huesos.

Estás aquí, llegaste a tiempo y en el momento preciso para hacerme creer, para hacerme caer y, al mismo tiempo, sostenerme con tu cálida mano, misma que ha logrado que la calidez de mi existencia no se desvanezca, misma que ha logrado que mi ánimo no decaiga y mis sueños no mueran.


                                                      * * *


Te escribo desde el alma, desde mi resucitado corazón, desde lo más profundo de mí, sin razones, sin pretextos, sin versos y sin prosas; te escribo a ti porque es lo único que se me ocurre hacer porque te pienso y no quiero dormir, porque te recuerdo y no puedo dejar de sonreír.

Quiero soñarte, de verdad, quiero soñarte, tener la oportunidad de abrazarte, de besarte, de tomar tu mano y sentirme la más feliz, quiero soñarte, pero mi mente se vuelve un poco necia cuando de soñar se trata y pone ante mí, imágenes que no pedí, por eso prefiero soñar despierta y no dormir.

Te quiero de mi alma a tu alma, desde mi ubicación espacial hasta la tuya, desde mi hipotálamo, mi páncreas, mis córneas, mi hígado. Te quiero desde mi pulmón derecho hasta el tuyo izquierdo, desde mi ventrículo derecho hasta la uña de tu ortejo meñique izquierdo. Te quiero entera, te quiero con todas las sorpresas, con todos los miedos, con todos los dolores y los berrinches existentes y por haber. Te quiero con todos tus miles de cabellos y con todos los melanocitos de esos ojos marrones tuyos que me cautivaron desde el principio.

Te quiero y no puedo contenerlo (ni quiero), te quiero y más que eso, pero no me atrevo a escribirlo porque quiero que sea de viva voz, porque quiero decirte que te quiero más allá del querer a quemarropa, de cerquita y muy bajito, porque te quiero a ti, porque te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario