L' anima sparita

L' anima sparita

miércoles, 23 de julio de 2014

Pero no te extraño


             "...Pero no te extraño, deben ser los años o los desengaños..."

No te extraño, porque no quiero, porque no quiero permitírmelo más. Extrañarte me duele en demasía, extrañarte es la señal de que no volverás y, aunque sé que así será, no quiero extrañarte. Y sin embargo, aún hay noches en las que despierto y se me atoran en la garganta tantas lágrimas y tantas palabras que nunca te dije. Y sin embargo, hay días que despierto pensándote y sonrío. Sonrío hasta que recuerdo que era un sueño, que ya no quisiste estar, que prefieres no estar...

Pero no te extraño, no extraño tu sonrisa franca, tu mirada dulce, tu cabello alborotado ni tus manos tibias. No extraño tu pálida piel ni tus suaves pies. No extraño tu grave voz ni tu alegre risa. No. No te extraño. No te extraño. Me tengo que repetir esto una y otra vez sin cesar hasta quedarme dormida o hasta quedarme bien despierta.No, no te extraño. No extraño tus abrazos ni tus besos ni tus caricias que lo eran todo. No extraño tu compañía, no. No extraño tu amor. No. No quiero extrañarte, no puedo extrañarte, ya me lo he prohibido cien mil veces el día de hoy y cien mil veces cada día que he pasado sin ti.

No, no te extraño, no extraño tu egoísmo, tu falta de tacto, tu desinterés. No extraño tus falsas promesas ni tu irresponsabilidad. No. No extraño tu facilidad para dejarme a mí todo el peso de una relación que tenía que ser tan liviana como un pedazo de papel. No. No te extraño.

(No) te extraño, ya no siento nada cuando imagino tu voz diciéndome "amor", ya no extraño tus manos recorriendo mi costado, ya no extraño tus brazos rodeándome toda, ya no extraño saberme tuya, saberte mía. Ya (no) te extraño. Ya estoy aprendiendo a vivir sin ti. Ya estoy aprendiendo a quererme sólo a mí como me enseñaste tú.

(N) te extraño. No extraño tu cinismo para irte a Tlaxcala antes de venir a verme a mí. No extraño las mil cosas que escondiste de mí sin saber el fin, no extraño tus mensajes hacia tu chaparrita que laceraron el más profundo amor que tenía por ti. No. (N) te extraño, porque a pesar de todo, prendí a confiar en ti, porque aunque sabía que era una tontería hacerlo, lo perdoné y seguí a tu lado porque sabía que todo podía ser mejor. (N) te extraño, no extraño tus coqueteos con el mundo, tus risas ajenas, tu distanciamiento, tu indiferencia.

Te extraño. No sé por qué lo hago ni por qué sigo permitiéndomelo a pesar de todo. A pesar de saber que esto es justamente lo que querías. No sé por qué mierdas te extraño tanto aún si en tu vida sólo tuve un fugaz espacio, el cual no supe dónde ni bajo qué circunstancias perdí. Te extraño y odio hacerlo, porque yo sí te amo, porque yo sí te amé y sí te amaría siempre. Te extraño y me detesto por hacerlo, porque sé que ya no te importa y que tus palabras de amor sólo pueden ser producto del alcohol. Te extraño aun sabiendo que tú ya no me extrañas como novia, sino como tu más grande admiradora, como tu más ferviente fan. Te extraño, ¡maldita sea, cómo te extraño! Y sigo pensando en ti, y sigo creyendo en ti y sigo llorando por ti y sigo deseando tenerte a ti, aquí. Conmigo. Como antes. Como nunca. Como siempre. Como debería ser.


Te extraño.






                                                                                                         Texto del 12 de julio de 2014.

martes, 15 de julio de 2014

Segunda carta del después

"Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver".

Hoy te extraño más que los días anteriores, pareciera que junté todas mis ganas de verte desde aquél último "te amo" hasta hoy. 
No puedo llamarte para decirte que te amo, no puedo rogarte que vuelvas, no puedo hacerlo porque sé que por mucho que implore tu perdón, tu regreso y tu vida a mi lado, no regresarás. ¿Cómo lo sé? Porque tú ya no querías estar conmigo. Me duele aceptarlo, me destroza creerlo, pero lo sé. Tú ya no querías estar conmigo. Lo que no entiendo es por qué esperaste tanto, por qué planeaste cambiar tanto, por qué no me lo dijiste tú en vez de que yo tuviera que dar el paso que más me ha dolido dar.

Me orillaste a hacer lo que no quería hacer nunca, lo que no esperaba jamás, lo que no hubiera deseado hacer en la vida. Me destrozaste y me destruiste por completo y sigue entristeciéndome tanto, doliéndome tanto, ahogándome tanto. No poder decirte ni reclamarte nada me está ahogando aún más, aún no veo el final del túnel y empiezo a creer que me faltan muchos días, muchas horas, muchos pasos para lograr alcanzar a ver la luz que me anuncie que todo se acabó... Aunque hace ya más de tres semanas todo se acabó realmente. 

Te extraño tanto, tanto, tantísimo y sigo preguntándome por qué. Entiendo que había cosas tan buenas en ti que jamás creí encontraría, pero también me hiciste mucho daño y sigo triste por eso. Te aprovechaste de mi ingenuidad, de mi amor y devoción por ti y eso no lo olvidaré jamás, incluso teniendo tan mala memoria. No puedo creer que prefirieras tenerme de fan que tenerme de novia, no puedo creer aún que prefirieras echarme la culpa de tus pesares y que sigas sin querer cambiar ABSOLUTAMENTE nada de lo que sucede, que no hayas dado alguna solución por muy tonta que fuera, para que siguiéramos juntas. Después de todo, era trabajo de dos, pero al parecer, tú lo olvidaste y fui yo quien terminó cargando contigo. No se vale que me culpes de un crimen que no cometí. Fuiste tú, no yo, quien dejó de amar... No entiendo cómo nunca me di cuenta; tal vez te amaba demasiado, tal vez siempre lo haga...

Me despido de ti, con la mejor de las vibras para ti, con mucho cariño, muchos recuerdos, mucho amor de por medio. Supongo que es lo que necesitas y, aunque sea lo más difícil que tenga que hacer en la vida, lo haré deseándote todo lo mejor.

Disfruta cada día de tu vida, disfruta la alegría, las risas, el amor, la fortuna, los colores, sabores y la magia que la vida misma te regalen. Disfruta todo lo que hagas. Sé muy feliz siempre, siempre, mi amor.

Te amo.

jueves, 26 de junio de 2014

Carta del después

La curiosidad mató al gato, y con él, se murió mi confianza. Mi confianza en los demás, mi confianza en la vida, mi confianza en mí.
Sé qué es lo que hicimos mal, porque fue de ambas partes el error. Sé que aunque busque excusas, haga preguntas y formule respuestas, en este instante no hay nada que se pueda hacer. Sólo sé que necesito que pase el tiempo, no sé si para dejarte ir o para que tu ausencia no me mate, si es para aprender a ser feliz o para planear mi muerte.
Hay un sinnúmero de posibilidades, un sin fin de proyectos por lograr y sé que justo por eso necesito tiempo. Tiempo para pensar, tiempo para creer, tiempo para levantarme y para regresar a mi felicidad que tan abandonada tengo desde hace un tiempo.
Si he de sincerarme aquí y ahora, nunca dejé de amarte, puesto que eres todo lo que alguna vez busqué. No te pido que te quedes porque estoy segura que pedirlo sólo avivará la esperanza que muchos me han dicho, debería dejar morir. Sin embargo, creo total y absolutamente en la posibilidad de estar mejor, ¿cómo? No sé, no sé si a tu lado como pareja o a tu lado como amiga o sin ti totalmente. No sé si serás feliz sin mí, si por fin podrás arreglarte el alma y el corazón que llegué a destrozar más, sin embargo, mi bestia, quiero que sepas que hoy lucho por un posible "nosotras" del futuro, incluso si en un tiempo veo que eso se deslava y no llega a concretarse jamás, pero sobre todo, quiero mejorar para mí. Aprender a no ser una carga, aprender a no lastimar, a no juzgar, a decidir sabiamente.
Nadie quiere promesas de político y sé que eso parecen. No. Hoy ya me cansé de toda promesa sin cumplir, tanto mía como del mundo. Quiero mejorar, realmente lo quiero... Realmente te quiero y quiero que estés bien, conmigo o sin mí, pero que seas feliz, que logres tus sueños, que alcances tus metas, que vivas tu vida, que cruces fronteras y venzas tus miedos.
Eso quiero para ti y es sencillo que lo quiera, lo quiero porque te quiero, porque te amo con el alma y la vida entera y porque sé que alguien tan valioso, tan lleno de amor y de vida merece ser feliz. Porque sé que alguien con tanto por darle al mundo y tan dispuesto a hacerlo, sólo merece cosas buenas.
Perdóname por herirte tanto, por dejar que me cargaras en tu espalda, por no saber escucharte y por dejar de pensar en las dos. No quise llegar a ese punto y no sé realmente en qué momento sucedió, sólo sé que me arrepiento en demasía (incluso cuando digo que el arrepentimiento es pendejo, contigo nunca lo será).
Espero algún día puedas perdonarme y espero algún día poder perdonarme también. Espero que pronto nos entendamos y nos encontremos en el camino como "lo que sea" que seamos, pero encontrarnos y querernos con buena gana, con buen agrado, con sinceridad y sin secretos.
Puede ser que pido demasiado, pero ese demasiado es suficiente y lo merezco o, al menos, quiero convencerme de que lo merezco. Creo también que merezco ser feliz, aunque no sea la mejor persona del mundo, sé que lo merezco, sé que merezco perdón y cariño porque soy humana y cometo errores. Muchos graves, otros no tanto, pero lo merezco, al igual que tú.
No olvides que estoy contigo siempre, siempre. No importando la hora, el día, el lugar, la circunstancia. Siempre estoy contigo porque te quiero, porque aunque no soy constante con mis amistades, contigo quiero hacer una excepción, una que realmente valga la pena porque dos años y medio no se tiran por la borda en un pestañeo.
Te amo, eso no cambia ni cambiará jamás, te agradezco todos y cada uno de los momentos a tu lado, tanto buenos como malos. Aprendí mucho de mí, mucho de ti, mucho de todo y también de nada. Comprendí que vale la pena dejarlo todo (aunque no es recomendable) por alguien y que decir "el amor de mi vida" no es mero cliché.
Gracias por entenderme incluso cuando ni yo lo lograba, por darme amor, por entregarme el alma en cada beso, en cada caricia. Gracias por disfrutar conmigo hasta la risa más tonta. Gracias por intentar. Gracias por ser tú. Gracias por existir.
Te extrañaré, no voy a mentir, de hecho, ya te extraño, pero confío en que un día, no sé en qué momento ni bajo qué pretexto, nos encontraremos y nos reiremos de todo, me contarás tu vida, te contaré la mía y volveremos a estar cerca, sin importar la forma.
Me faltan muchas cosas por decirte, pero por ahora, creo que ha sido suficiente escribir, ha sido suficiente llorar y suficiente maldecirme. Así, pues, doy por concluído el volumen uno de la carta del después.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Salida de Emergencia

Tengo esa sensación de vacío y ansiedad. Creo que la angustia se está apoderando poco a poco de mí nuevamente. ¿La razón? Esta vez son muchas razones, son muchos cambios en muy poco tiempo, algo a lo que no estoy, pero para nada, acostumbrada.

Mi vida siempre ha sido más bien monótona, aburrida dirían algunos, algo así como novela rusa donde todo es hielo, siempre es invierno y hace un frío de los mil demonios.

Pero esta vez la estúpida novela da un giro, ya no es invierno y, si lo es, ya no nieva, ahora llueve, llueve mucho pero también hay días de sol y el sol sólo se esconde cuando llega la noche. Es raro encontrar que lo que solías conocer empieza a cambiar, que lo que solía ser se transforma y te deja a ti con una duda y un tremendo hueco en el pecho, con la incertidumbre -y la esperanza- de que pronto todo vuelva a su debida normalidad.

¿Dónde quedó mi normalidad?, ¿mis ratos de ocio?, ¿mi inmensa depresión por exceso de horas de ocio?

A ratos, siento que me estoy auto-saboteando. Otras veces, lo confirmo. Lo quiero todo y logro llegar al punto previo de la magia y el cambio y es ahí donde me estremezco de terror y corro en la dirección opuesta a mis metas. ¿Será que le tengo miedo al éxito?, ¿será que ya me acostumbré al fracaso?

Necesito salir de aquí, y con "aquí" me refiero a mi mente tan plagada de miedos y frustraciones acumuladas y acumulables. Estoy cansada de no lograr lo que quiero por temor a dejar de ser lo que solía ser, sólo no sé cómo reaccionar a tantos cambios, sobre todo si son tan drásticos, pero seguro en un corto rato, lograré entender hacia dónde voy y cómo pretendo llegar hasta ahí.

viernes, 21 de marzo de 2014

Yo no

Le dije que la amaba. Se lo dije cerca de su oreja izquierda, recorrí su cabello para que nada se interpusiera entre mi voz y su sentido del oído.

Sonrío y una lágrima resbaló por su mejilla, después otra y otra más. Empezaron dos pequeños ríos a surcar su rubor, la base correctora que utilizaba. Sus lágrimas se volvieron más espesas, más obscuras. Las lágrimas esporádicas que surgieron al inicio en sus ojos, se convirtieron en un llanto incontenible, una tormenta que parecía estar en su apogeo y que parecía no tener fin.

"¿Me quedo o me voy?", me pregunté. No supe qué decir ni qué hacer. Aguardé en silencio un momento, después tomé su mano entre la mía.

Después de unos minutos o unas horas, no sé bien cuánto esperé, me miró en aquél parque a media luz, agachó la mirada, contuvo la respiración por un momento y después, mirándome a los ojos, me dijo:

"Yo no".

lunes, 3 de marzo de 2014

Escupitajo.

                                                                        Osadía. 
                                  Colores. Hambre. Deseo. Fuerza, Rocío. 
                                               Plata. Frío. Maestría.
                        Pudores. Mañana. Conciencia.
 Maldad. Maltrato.
 Risas.
                                                                                Dolencias. Cruces. Rojo.
 Laberinto. Antorcha. Estambre.
                                                                                 Plutón. Corazonada.
 Jacaranda. Moratorio.                              Curso.
 Rincón. Remolino.
                                                   Espacio. Juez.
 Pan.

                                   Río. Enjambre. Flecha. Compañía. Iglesia.
                                  Tamarindo. Jamás. Guitarra. Frente.
                                                                           Defensa. 
                                                                   Piedra. Petróleo. Aún. 
 Entonces. Pieles.
                                           Dogma. 
                                                    Iridiscente.
 Escribano. 
                            Otoño. Dulzura. 
Nubes.
                                                                                            Alcantarilla. Patraña.
 Bucanero. 
                                     Dominó.
                                        Compendio.  
                                              Usurpar. 
                                                                                    Pepinillo.
                                                                                                   Vacilante.
                                                        Espejo.
                                                                                         Ecupitajo.
                                                         Añil.
                                                                      Romero.