L' anima sparita

L' anima sparita

jueves, 11 de abril de 2013

Indagaciones de un elefante con alzheimer

No sé quién soy, no sé qué pasa. Quizás el tiempo me está diciendo que mi hora se acerca. No tengo miedo, no tengo gusto, sólo un manojo de nervios con una pizca de dudas que invaden mis horas en vela y que inundan mis horas de sueño.


De pequeño siempre me dijeron que no cuestionara lo que dicen los adultos; de joven me enseñaron a cuestionarlo todo. Crecí y dejé de preguntar porque me veían como un loco, me orillaron a seguir a la manada. Dejé de pensar, dejé de imaginar y comencé a seguir, pero hoy que tengo unos años echados encima pregunto muchas cosas. A mis hijos los aturdo y terminan diciendo "viejo loco, no tiene nada mejor qué hacer", mis nietos, los jóvenes, se aburren de mí y me gritan "¿por qué te gusta preguntar tanto? Ojalá te mueras pronto para que dejes de decir incoherencias". El único que me escucha es mi nieto Jacobo, el más pequeño de la casa. Siempre me responde y, sin embargo, pocas veces le entiendo porque aún no articula bien y, a pesar de todo, sé que es el único que no se harta de mis tonterías, pues es el único que se queda horas contemplando mi cama, mirándome a los ojos con mucho cariño, pero con una gran duda que aún no puedo descifrar.

¿Quién le hace de comer al chef? ¿Quién le hace la ropa al sastre? ¿Quién le cuenta chistes al payaso? ¿Qué cuentan los borregos cuando tienen insomnio y quieren dormir? ¿Quién le regala flores a las rosas para enamorarlas?

Hace diez días perdí la capacidad de hablar; no sé qué pasó si sólo estoy postrado en esta cama inútil. La cama inútil y yo: una piltrafa que podría morirse ahora para dar respiro a la familia. Todos me miran sin detenerse, salvo por mi Jacobo, mi viejo amigo que se sube a mi cama, se sienta a mi lado, mirándome a los ojos y sin decir palabra, puedo al fin descifrar que la pregunta en sus ojos es un "¿por qué?". Yo le respondo con miles de preguntas, bombardeándolo, ahogándolo con borbotones de dudas que no brotan más de mis labios, pero sí de mis pupilas:






¿Alguna vez le da sed a los peces? ¿Por qué el conejo de Pascua regala huevos? ¿Los animales se enamoran? ¿Existen los colorines decolorados? ¿Quién le canta a un pájaro triste?