L' anima sparita

L' anima sparita

viernes, 13 de marzo de 2015

De Gris a Turquesa

"Los días grises no son tan grises si uno pone atención. Las sombras se pierden y uno puede apreciarlos colores y el tamaño y profundidad de las cosas. Las cosas son como son y uno las puede ver así, en plenitud".

Uno se acostumbra a la mucha luz o a la inexorable obscuridad. Las abuelas dicen que uno se acostumbra a todo y eso, para bien o para mal, es muy cierto.

Nunca me ha gustado la obscuridad excesiva y tampoco soy de aquellos que prefieren ser deslumbrados antes de enfrentarse a la ceguera de la penumbra; creo manejarme en el punto medio, pero aún así, me es difícil concebir la vida en escala de grises y no a colores, de hecho, admito que me deprime no ver mas que oxford, rata, ceniza, grafito... No sé lidiar con la falta de color y creo que el universo lo sabe; el universo sabe perfectamente que me hacen falta pinceladas de color, que no existen días grises que me gusten, supongo que por eso ahora todo se torna turquesa.

Turquesa como su vibra, turquesa como su risa, como su voz, como su sonrisa, como sus aura... Turquesa es el color del que quiero rodearme ahora, turquesa es ella, turquesa es lo que siento, lo que despierta en mí.

Turquesa es el color que poco a poco me está embargando y que despierta tantas emociones en mí, turquesas se han vuelto mis sueños, mis pensamientos, mi alma y mi vida desde que dio la primera pincelada. 

Turquesa...

                Turquesa...
         
                                                                        Turquesa es usted.